La decisión de llevar un animal a casa no debe tomarse a la ligera, si queremos ser felices tanto nosotros como él. Antes de hacerlo, es necesario tener en cuenta algunos factores:
1.- El lugar. ¿Cuenta con el espacio que el animal necesita? Los perros activos necesitan realizar ejercicio físico. Los más sedentarios o los ancianos seguramente puedan estar en un departamento. Los gatos suelen adaptarse a cualquier espacio.
2.- Las expectativas. Piense en las razonas que lo llevan a adoptarlo: ¿para sentirse acompañado? ¿para que tenga crías? ¿para que proteja su casa? Pregúntese si el animal tiene el temperamento y las aptitudes físicas para realizar esas actividades.
3.- Posibilidades económicas. ¿Cuenta con el dinero para mantenerlo? Haga un cálculo de lo que gastará en alimentos, antiparasitarios, antipulgas y vacunas. Tenga en cuenta que tendrá que llevarlo al veterinario mensualmente.
4.- El tiempo con el que cuenta. ¿Quién lo cuidará cuando esté fuera de su casa? ¿Y cuando tenga que viajar? El paseo, la alimentación, el cepillado, llevan tiempo y dedicación. Tenga en cuenta que los gatos son más independientes y más fáciles de cuidar que los perros.
5.- La adaptación. No adopte un animal si tiene dudas de que pueda habituarse a su estilo de vida. El 80% de los abandonos son por ignorancia por parte de la gente acerca de las necesidades básicas de un animal.
6.- Consulte con un veterinario para saber cuál es la mejor opción de acuerdo a sus necesidades.
7.- Prepare su casa. Elija un lugar donde pueda comer y dormir. Asegúrese de que no corra ningún peligro con los balcones, plantas venenosas, cables eléctricos, etc.
8.- La familia. ¿Están las personas con las que convive de acuerdo con la adopción? Tenga en cuenta que el animal pasará a ser un integrante más de la familia.
9.- Cuidados en la calle. Prepare un collar, una correa y una medalla identificatoria (con nombre, teléfono y dirección). Nunca lo deje suelto en la calle ni lo saque a pasear sin ponerle su correa.
10.- Acepte su responsabilidad. Considere que tendrá a su cargo otra vida por más de 10 años. Elija un animal que sienta que lo haga feliz y bríndele cariño, contención y un ambiente adecuado.