Mejora su comportamiento, su carácter y ayuda a cambiar los malos hábitos. Así la convivencia se favorece tanto para la familia como para el mismo perro, que sabe cuáles son las reglas de la casa.
El adiestramiento es una parte fundamental del cuidado del perro. A diferencia de lo que mucha gente imagina, puede proporcionar beneficios a su salud física y mental.
Según los especialistas, todos los caninos, independientemente de la raza o edad (desde que tienen, como mínimo, 45 días de vida), pueden y deberían ser adiestrados.
Los perros son animales inteligentes y disfrutan del aprendizaje. El entrenamiento hace que se sienta útil, por ejemplo, cuando vigila la casa a la noche o en ausencia de sus propietarios.
Otro beneficio es que, en todos los casos, los animales consiguen mejorar su comportamiento. Tanto para aquellos que tienen malos hábitos (como romper objetos) como los que tienen un temperamento agresivo o dominante. Las reglas de disciplina tranquilizan a la mascota y le enseñan a respetar a las personas con las que convive.
Enséñele usted mismo
- Diga “no”. En el momento en que el perro esté haciendo algo errado, dígalo una sola vez y de manera enérgica. El tono de voz no debe ser muy alto.
- Marcar límites sirve sólo si se hace en el momento justo. Nunca hay que castigar al animal con retraso, ni siquiera de segundos, ya que no relacionará al castigo con ninguna acción previa.
- No conviene castigarlo físicamente. Tampoco es bueno armarle un escándalo. Por ejemplo: si quiere que su mascota deje de saltarle encima, conviene decirle “no” tajantemente y, a la vez, girar la cabeza y eludir el contacto visual. Luego, habría que ordenarle que se siente y felicitarlo cuando obedezca.
- Una manera de castigarlo es rociar su hocico con un pulverizador o una pistola de agua. El animal lo asociará con su mal comportamiento.
- Elogie sus buenas acciones. Cuando haga algo que usted quiera, como sentarse, debe repetirle varias veces la palabra apropiada mientras mantiene esa posición. Use frases como “buen perro”; él lo asociará a la acción.
- No siempre es necesario darle un alimento como recompensa. Al contrario de lo que suele pensarse, un poco de frustración no les hace mal. Además, muchas veces lo que más desean las mascotas es recibir un cariño por parte de su dueño.
- El éxito en el entrenamiento de un animal depende de las actitudes de sus dueños. Algunas modificaciones, como reducir los excesos de atención que se le dan, dejar de reprimirlo bruscamente o sacarlo a pasear todos los días, pueden hacer mucho por su mascota.