¿Nervios, tristeza, ansiedad? Nuestro estado anímico puede ir de arriba abajo durante el día. Algunos líquidos naturales son ideales para lidiar con ellos y salir airosos.
Sin duda, todos nos hemos sentido angustiados, tristes o ansiosos por alguna razón incluso incomprensible. Pese a que pueden no ser graves, nos impiden sobrellevar el día con la tranquilidad necesaria. ¿La solución? Tomar la bebida indicada para cada sensación. Simples y rápidos, acá algunos consejos.
Somnolencia
Si el rendimiento baja poco a poco, los bostezos son continuados y la distracción va en aumento, nada mejor que un revitalizante jugo de naranja. La vitamina C, el sabor del cítrico y la glucosa son como un shock energético para el cerebro, que se pone inmediatamente en marcha. Hay que evitar el alcohol: los azúcares de un vaso de vino animan sólo en los primeros minutos, pero más tarde se traducen en una sensación de sopor difícil de disimular.
Ansiedad y angustia
La leche es un gran aliado para luchar contra la angustia o la ansiedad. Las sustancias relajantes de este lácteo reducen la sensación de que todo está fuera de control, de la presión en el pecho que no dejar seguir el día a día. Esto porque se trata de un ansiolítico natural perfecto. En estas ocasiones hay que decirle no a los excitantes como el té y el café, porque sólo agravan el estado.
Sin duda, todos nos hemos sentido angustiados, tristes o ansiosos por alguna razón incluso incomprensible. Pese a que pueden no ser graves, nos impiden sobrellevar el día con la tranquilidad necesaria. ¿La solución? Tomar la bebida indicada para cada sensación. Simples y rápidos, acá algunos consejos.
Somnolencia
Si el rendimiento baja poco a poco, los bostezos son continuados y la distracción va en aumento, nada mejor que un revitalizante jugo de naranja. La vitamina C, el sabor del cítrico y la glucosa son como un shock energético para el cerebro, que se pone inmediatamente en marcha. Hay que evitar el alcohol: los azúcares de un vaso de vino animan sólo en los primeros minutos, pero más tarde se traducen en una sensación de sopor difícil de disimular.
Ansiedad y angustia
La leche es un gran aliado para luchar contra la angustia o la ansiedad. Las sustancias relajantes de este lácteo reducen la sensación de que todo está fuera de control, de la presión en el pecho que no dejar seguir el día a día. Esto porque se trata de un ansiolítico natural perfecto. En estas ocasiones hay que decirle no a los excitantes como el té y el café, porque sólo agravan el estado.
“Bajón” de azúcar
La debilidad repentina y el mareo son síntomas de una pequeña crisis de hipoglucemia; es decir, una caída del azúcar en la sangre. Los motivos pueden ser el ayuno prolongado o la falta de descanso. ¿Qué hacer? Tomar una bebida cola no diet, pues contiene una buena cantidad de azúcar y una saludable dosis de cafeína, ideal para aumentar la energía. Es preferible sin hielo, ya que unos cubitos en el vaso o una copa helada son un golpe frío negativo que perjudica al estómago y puede llegar a provocar un desvanecimiento.
Nervios
El corazón parece seguir el ritmo de sus pensamientos: late rápidamente, le traspiran las manos, necesita ir al baño cada cinco minutos y se le quiebra la voz. Si tiene esas sensaciones, beba agua mineral. Le ayudará a evitar la sequedad de la boca, aligerar la circulación de la sangre y agilizar el cerebro. No hay que tomar más de un vaso, porque es diurética, y decirle no a las bebidas alcohólicas, porque pese a la euforia incial, luego producirán dolor de cabeza.