Cuando se habla de “piernas pesadas” o “hinchadas”, en realidad, se habla de un problema muy común en las mujeres: el edema.
Es una acumulación excesiva de líquido seroalbuminoso en el tejido celular, que se caracteriza por un aumento en el grosor de los miembros inferiores. Los edemas más habituales se presentan en las piernas por la acción de la fuerza de la gravedad, que estimula la concentración de los líquidos en los miembros inferiores, y se agravan con el calor. También la mala circulación venosa, el embarazo, la menstruación, el exceso de sal en el organismo, el sedentarismo y el exceso de peso pueden producir este problema.
Talasoterapia
- La caminata por la orilla del mar: con el agua hasta la rodilla en el agua de mar –siempre que el sol no dé directamente sobre las piernas.
- Máscara de algas: favorecen la microcirculación y el drenaje de líquidos y toxinas, gracias a su concentración de aminoácidos, vitaminas y minerales. Las más adecuadas son fucus, laminarias, spirulina y lithothamas. Se hidratan las algas, se colocan sobre las piernas y se dejan reposar 30 minutos. Se retiran con agua tibia.
- Máscara de fango marino: sus propiedades hipermiantes –activan la circulación- permiten que las piernas drenen los líquidos acumulados, se descongestionen y refresquen. Previene edema, aparición de várices y calambres.
Frigoterapia
- El frío asociado a la acción del vasoconstrictor favorece la circulación sanguínea.
- Se recomienda enrollar alrededor del vientre o de las piernas unas vendas empapadas con una solución refrescante y mantenidas a alrededor de 15°C.
- El mentol y el alcanfor son las sustancias ideales para esta terapia.
Aromaterapia
Preparados en mezclas especialmente indicadas para piernas pesadas, algunos de los aceites indicados son:
- En una cucharada de aceite vegetal se diluyen 2 gotas de aceite esencial de enebro, 2 de aceite de limón y 2 de aceite de romero. Se aplica como un automasaje con movimientos circulares, subiendo a partir de los pies. Mejora la microcirculación.
- En 50ml de aceite vegetal o macerado oleoso de árnica, se colocan 3 gotas de aceite esencial de Criprés, 5 de Geranio, 3 de pomelo y 1 de menta peperita. Después de la ducha, aportan frescor a las piernas.
- En 50ml de aceite de almendras dulces, colocar 10 gotas de aceite esencial de Lavanda, 3 de Ylang-Ylang y 2 de esencia de mandarina. Aplicado antes de dormir, tiene acción calmante.
Fitoterapia:
- Castaño de Indias. Beber en infusión dos vasos por días. Activa la circulación.
- Ortiga. Su decocción se puede beber como infusión o usar en forma externa como baño de piernas.
- Toronjil. Beber en infusión dos tazas diarias por 20 días seguidos. Previene las várices.
- Repollo: Se lavan muy bien las hojas de cuatro o cinco col repollos y se deja reposar durante una hora en una solución acuosa de ácido bórico. Luego se aplican las hojas sobre una gasa que cubre las piernas, sin apretar. Se deja actuar tres cuartos de hora. Para deshinchar las piernas pesadas.
- Arándano. La infusión disminuye la inflamación
- Grosella negra. El jarabe mejora la pesadez cuando está asociada a las várices.
Acupuntura:
- Para esta terapia, la retención de líquidos en la parte inferior del cuerpo, se trata de un estancamiento de yin que el yang no consigue poner en movimiento suficientemente.
- Propone la utilización de un punto situado sobre un meridiano yang de la parte inferior del cuerpo, el meridiano del estómago, para activar el retorno venoso.
- Este punto, está situado en medio de la cara anterior del muslo, en un «hueco», y su estimulación repetida proporciona excelentes resultados.
Flores de Bach:
No está formuladas como otros remedios herbales para centrarse en un problema físico, sino que aliviar efectos secundarios emocionales. Cuando el cuerpo retiene líquido, la autoestima baja y hay desánimo.
- Manzana silvestre: Sirve como cura para la baja autoestima.
- Pino: elimina sentimientos de culpa.
- Genciana: Levanta el ánimo y alivia los pequeños problemas de la vida.
- Gorse: Para los que han perdido la esperanza y se sienten tristes.
Homeopatía:
Hay diferentes medicamentos homeopáticos que pueden aliviar estos síntomas, pero se indican para casos específicos.
- Hamamelis: Para los casos que se agravan con el calor y mejoran con el reposo. También cuando se siente dolor al presionar la zona afectada.
- Pulsatilla: Indicado para venas dilatadas, con dolores y edemas que empeoran con el calor y con la inmovilidad. Tendencia a los sabañones.
- Zincum metallicum: Cuando se siente hormigueo en las piernas, especialmente de noche.
- Aesculus hippocastanum (castaño de indias): La zona afectada tiene una sensación de plenitud, pesadez, palpitación, calor. Mejora con duchas de agua fría en las piernas.
- Vipera redi: El dolor se agrava al tener las piernas colgando y mejora cuando se las tiene elevadas.
- Árnica montana: Se forman moretones al menor choque y los capilares se rompen fácilmente. El dolor empeora con el esfuerzo físico.
Algunos medicamentos de fondo:
- Lachesis mutus: Empeoran con el calor. Este medicamento es especialmente adecuado en caso de varices que empeoran o aparecen en la menopausia.
- Sulfur: Cuando hay sensación de piernas ardientes, sobre todo durante la noche; mejora sacando los pies de la cama.
- Thuya occidentalis: Está indicado para varices que asientan sobre un terreno celulítico
Masajes:
Drenaje linfático manual. Cuando la linfa no puede seguir su curso normal y actúa tratando de superar obstáculos, busca trayectos alternativos a su recorrido normal. El drenaje linfático manual sigue el sendero glanglionar y debe ser hecho por un especialista.