Ayuda a bajar de peso y a tonificar el cuerpo, propone un desafío diferente cada día y favorece el trabajo colectivo. Una dieta saludable y un examen físico previo son algunas de las recomendaciones para unirse a este popular entrenamiento.
¿Cuántas veces, en búsqueda de mejorar su condición física, se ha inscrito a un gimnasio, desmotivándose tiempo después al no ver rápidos resultados? ¿Se ha sentido aburrida de realizar siempre la misma rutina de ejercicios en un mismo lugar? Quizá no sea la única.
Dificultades como éstas fueron las que llevaron al norteamericano Greg Glassman a crear en 1995 el Crossfit: un programa de entrenamiento de alta intensidad, basado en movimientos funcionales y que hoy cuenta con más de 13.000 sedes afiliadas en todo el mundo.
Traído a Chile en 2007 y masificado 6 años más tarde, el sistema promete mejorar la fuerza, potencia, velocidad, precisión, equilibrio y agilidad de la persona, además de su resistencia cardiovascular y respiratoria, mediante una cadena de ejercicios sostenidos y sin pausa.
A esto, se suman los beneficios de realizar actividad física como la liberación de endorfinas, la regulación de la insulina, la regulación de la presión arterial y el aumento de sensación de saciedad, entre otros.
Aquí se derriba el mito de que el ejercicio no es para todos. Que sea de alta intensidad significa que tú vienes a dar tú propio 100%, es una práctica absolutamente personalizada y con apoyo constante de un entrenador.
La rutina comienza con un calentamiento de aproximadamente 15 minutos, para luego dar paso a la explicación y práctica de los diferentes ejercicios a ejecutar durante el denominado WOD o “Work of the day”. Estos pueden pertenecer a tres ramas distintas: la halterofilia o levantamiento de peso, que utiliza instrumentos como barras o mancuernas; los movimientos gimnásticos que utilizan el peso corporal, como flexiones de brazos o abdominales y el entrenamiento metabólico, que utiliza elementos como cuerda, remadores o trote. El trabajo total dura alrededor de 50 minutos, con breves intervalos de descanso entre cada ejercicio.
Los lugares destinados para este programa son denominados BOX de entrenamiento: Un espacio cercano a los 500 metros cuadrados, sin máquinas, ni espejos. Sólo elementos como mancuernas, pelotas, cuerdas y hasta ruedas de camión, haciendo de los integrantes sus protagonistas.
En algunos casos los ejercicios son realizados al aire libre, en parques o plazas, donde el grupo suele trabajar en conjunto, favoreciendo el compañerismo y la afinidad entre sus participantes. Siempre hay un desafío, o los trabajos son contra del tiempo, o se pide la mayor cantidad de rounds en un determinado período, también hay trabajos en pareja, cada día es distinto y emocionante”.
Un chequeo antes de empezar
La clave de este entrenamiento está en su ritmo. Realizar estos ejercicios de alta intensidad en forma sostenida, favorece la quema rápida de calorías y la tonificación del cuerpo. Sin embargo, pese a que el ejercicio está prescrito para todo tipo de personas, es importante la realización de un examen físico previo al inicio del entrenamiento.
Primero debe realizarse un chequeo, para asegurarse que todo funcione correctamente. Luego se hace una búsqueda dirigida de antecedentes familiares: si es que existe resistencia a la insulina, presión alta, pulso irregular, colesterol alto, porque todas esas cosas nos ayudan a establecer un pronóstico. A esto pueden sumarse chequeos al corazón como un electrocardiograma, un ecocardiograma o un test de esfuerzo, a fin de descartar cualquier problema o condición que impida la realización de este programa”.
Aceitando la máquina
Otro punto a considerar previo al entrenamiento es la alimentación. Frente a un programa exigente de ejercicios, es recomendable llevar una alimentación saludable: evitar las grasas, alimentos chatarra es prioridad. Además de llevar una dieta rica en proteínas. Esta puede ser de origen animal, como carnes magras, huevo, pescado o vegetal. Evitar los embutidos, que aportan más grasa que proteína y productos envasados, que muchas veces tienen exceso de sal. Se recomienda, adicionalmente, la ingesta de al menos dos litros diarios de agua, evitando las bebidas y jugos azucarados; además de una colación ligera 20 minutos antes del entrenamiento, como una fruta o una barra de cereal.
El organismo es como una máquina, por ende, si no le das los nutrientes necesarios para que funcione adecuadamente, cualquier ejercicio que tú realices, implicará un esfuerzo mayor.