La permanencia prolongada en lugares extremadamente fríos puede quebrar los mecanismos de regulación térmica de perros y gatos sanos. Cómo prevenir.
En los cachorros y perros viejitos es donde se observa una mayor sensibilidad a las bajas temperaturas debido a deficiencias en la regulación térmica, con lo cual inclusive, la exposición al frío por breves período puede dañar al animal.
Algunos consejos fundamentales:
- Una buena alimentación
- El alimento balanceado es la mejor opción para asegurar que la mascota reciba las calorías óptimas y los nutrientes necesarios para que se mantenga saludable.
- Asegúrese que siempre tenga agua fresca para beber. Esto es esencial, aún en lugares nevados y fríos.
- Pese al frío, no deje de jugar al aire libre con su mascota.
- Los perros que viven en departamentos o casas deben ser paseados diariamente.
- Un lugar cálido para dormer.
- Los perros que viven afuera necesitan un aislante, tarima o elevación respecto del suelo y una protección adecuada contra el viento.
Algunos cuidados especiales:
- Controlar la vigencia de todas las vacunas anuales, asesorándose con un veterinario. Es muy importante mantener alta la inmunidad.
- Si llueve, secarlos cuanto antes, con toalla y secador de pelo.
- Los perros/gatos se habitúan a las temperaturas. Hasta un siberiano que vive en la ciudad tendrá frío si lo lleva de vacaciones a un lugar nevado, ya que tardará un período en adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.
- Para las regiones más heladas, es importante que la cucha se construya con material aislante y es posible incorporar una fuente de calor.
- Los cachorritos, los gatitos y las mascotas más viejitas, son las que más sufren durante las temporadas de frío; requieren de una atención y un cuidado muy especial. Ante cualquier inquietud no deje de consultar a un veterinario de confianza.
- Hay que tener especial cuidado con los cachorros y los animales gerontes, conviene hacer paseos cortos y si es posible por la tarde temprano (momentos de menor frío), también es recomendable utilizar abrigos y protectores de lluvia para evitar los cambios bruscos de temperatura entre la casa y el exterior, y no quedar húmedos luego de un día lluvioso.
LOS PROBLEMAS DEL FRÍO
Hipotermia:
Se considera que un animal está en hipotermia cuando tiene una temperatura corporal (rectal) menor a la normal para la especie, en el caso del perro y el gato, cuando tienen menos de 37ºC. Los signos clínicos son: enfriamiento generalizado, depresión del sensorio, disminución del ritmo respiratorio, pulso débil o ausente y arritmias cardíacas que pueden llevar al paro cardíaco.
Congelación:
La congelación se puede producir en las zonas del cuerpo con poco pelo y pobre irrigación sanguínea como orejas, cola y almohadillas plantares en el gato y escroto en los machos y almohadillas plantares de los miembros en el perro. No hay que frotar ni masajear la zona lesionada mientras está congelada y se debe proteger de posibles traumatismos mientras es trasladado al Veterinario en forma urgente.