Ollas, sartenes, papel de aluminio; son muchos los insumos que ocupamos a diario en nuestra cocina que contienen aluminio. Diversos estudios han alarmado sobre la utilización de aluminio en la cocina.
¿Qué peligros existen para nuestra salud al cocinar con implementos de aluminio?
Hay que tener en cuenta que, al comer, ingerimos multitud de sustancias, en algunos casos insignificantes. Sin embargo, estas al no ser metabolizadas por el cuerpo comienzan a acumularse por lo que es su excesiva presencia en el organismo la que puede llegar a ser perjudicial. Algunos estudios relacionan los elevados porcentajes de aluminio en nuestros órganos con la aparición de enfermedades como el cáncer y el Alzheimer.
Cuando queremos conservar alimentos y los envolvemos en aluminio ¿podemos correr algún peligro?
Algunos estudios demostraron que envolver alimentos picantes en aluminio es particularmente peligroso. Un experimento concluyó que el papel de aluminio se absorbe en la comida sobretodo en alimentos ácidos, vegetales como tomate, especias, vinagre, cítricos y sal.
¿Qué pasa cuando cocinamos alimentos al horno y los envolvemos en aluminio, el calor hace que penetre en nuestra comida?
El aluminio es más propenso a filtrarse a temperaturas altas y en alimentos que se encuentran en soluciones ácidas o en líquidos como el limón o el jugo de tomate. Una vez en nuestro organismo, puede alcanzar los huesos y el cerebro. Algunos investigadores encontraron niveles peligrosamente elevados en alimentos después de ser cocinados, recalentados o enfriados en papel de aluminio
¿Qué se recomienda utilizar en vez de aluminio a la hora de cocina?
Como alternativa al papel de aluminio, se recomienda el uso de material de vidrio o porcelana para preparar una comida en el horno. En otras palabras, cocinar en utensilios de aluminio, es peligroso, no se debe cocinar, freír o hervir agua, en ello. Los recipientes de aluminio depositan en los alimentos un «raro veneno» que el metal suelta, provocando en el organismo toxemia, que a su vez es origen de diferentes condiciones o enfermedades. Por precaución, recuerda que no es conveniente utilizarlos para cocinar o guardar alimentos ácidos.
En algunos países como Alemania, Francia, Bélgica o Reino Unido, su uso está prohibido para evitar migraciones de sustancias que puedan suponer un riesgo para la salud.