Suelen afectarlas el agua y los productos de limpieza. También las hormonas y algunas enfermedades. Lo importante es reconocer los síntomas de sus afecciones y tratarlos a tiempo para que recuperen su fuerza y belleza.
La salud y la belleza de las uñas van juntas. Sin embargo, suelen ser muy sensibles al maltrato… también sufren los altibajos hormonales y la mala alimentación.
También algunas enfermedades generales, como tiroideas o renales, pueden afectar el aspecto saludable de las uñas. Por eso, es importante consultar ante algunos síntomas al dermatólogo. El especialista descartará patologías asociadas y confirmará el diagnóstico mediante los estudios específicos. De esta forma se asegurará el resultado exitoso de los tratamientos.
Qué son las uñas
Las uñas son capa córnea de la piel adaptada a la función de proteger la punta de los dedos. Por ser de estructura proteica requieren mucha energía para formarse y mantenerse, por eso tienden a debilitarse o enfermar si los nutrientes del organismo no son adecuados, o si el cuerpo está afectado por enfermedades.
Los problemas más comunes de las uñas:
- Cambios de coloración
Causas: si son marrones puede ser que exista un lunar, en cambio cuando se tornan amarillas por lo general se debe a la nicotina.
También cambian de coloración por medicamentos o por el traumatismo constante de morderlas (onicofagia). Por este hábito también se deforman generando lesiones acanaladas.
Tratamientos: en principio se debe dejar de fumar o evitar el humo hacia las uñas (forma de tomar el cigarrillo).
En caso de existir un lunar (nevo), se lo debe eliminar. Muchas veces existe un color verdoso en la uña, es por una bacteria, que requiere tratarse con antibiótico.
- Líneas o estrías en la superficie
Causas: Las estrías longitudinales son frecuentes en los adultos mayores, en este caso están relacionadas con el envejecimiento. En cambio las transversales llamadas líneas de Beau tienen que ver con el estrés. En este último caso se detiene el crecimiento y queda una línea más hundida, luego sigue creciendo la uña. Las líneas de Beau, no sólo son causadas por estrés, también por traumatismos de la uña por pequeños que sean.
Tratamientos: se usan aminoácidos orales, que son precursores de proteína, cremas ungueales que pueden ser aplicadas antes de acostarse, ricas en vitamina B6, y cistina que mejora los signos de envejecimiento.
- Uñas en dedal
Causas: por lo general se da en personas con psoriasis o con alopecia areata.
El tratamiento: mejora cuando comienza a mejorar de la patología de base.
- Caída de la uña
Causa: las uñas pueden caerse por detenerse el crecimiento, debido a factores emocionales, también por traumatismos sobre la matriz o la lámina ungueal.
Tratamientos: se debe evaluar la causa; si es por microtraumatismos por deportes como tenis o running, proteger el dedo durante la actividad. Cuando se trata de estrés se sebe tratar la situación de base.
- Uñas en hojaldre u onicosquisis
Causas: la lámina ungueal se separa en capas. Se debe investigar enfermedad tiroidea, mal nutrición, estrés y descuido de las manos. Es frecuente en las mujeres.
Tratamientos: aceite tibio, cremas con B6 y cistina. Son necesarios un mínimo de cuatro meses de tratamiento. No esmaltar ni limpiar con acetona o quitaesmalte; tampoco limar, solo cortar con alicate o tijera.
- Uñas con estructura porosa
Causa: se afecta por el lavado demasiado frecuente de las manos. En este caso se observa en las uñas una superficie y estructura muy porosa.
Tratamiento: en general mejoran luego de algunos meses con aminoácidos y productos locales indicados por el dermatólogo. Cuando es necesario se deberá mejorar el estado general de salud.
- Uña despegada o onicolisis
Causa: puede ocurrir por traumatismos en general (cuando sucede en los pies casi siempre se debe a prácticas deportivas) o a infecciones debido a hongos o bacterias. Cuando se despega desde el borde, se aprecia una mancha blanca sobre la uña, esto se llama onicolisis.
Tratamiento: en este caso se deberá tratar la causa.
- Onicomicosis (hongos)
Causa: se llama así a la infección de la uña producida por un hongo. Se presenta de distintas formas, dependiendo de distintos factores; si se trata de uñas de pies o manos, del tipo de hongo o si existen además infecciones bacterianas.
Cuando se ve engrosada, despegada, con cambios de coloración o con estos factores combinados, es indispensable confirmar la presencia de un hongo. Se debe efectuar un examen muy sencillo que permitirá indicar el tratamiento adecuado.
Tratamiento: según el caso, el tratamiento puede realizarse con lacas y comprimidos. Lo más novedoso y que parece muy prometedor es el tratamiento con láser. Permite curar la uña sin tomar comprimidos, que suelen ser necesarios por varios meses en otro tipo de tratamientos.
- Uña encarnada u onicocriptosis
Causa: se debe a distintos factores; mal corte de la uña, causas genéticas, traumatismos del calzado o a la combinación de varios de estos factores. Es motivo de consulta muy frecuente.
Tratamiento: queda a cargo del podólogo (ver que sea un profesional matriculado). En algunas ocasiones el dermatólogo debe tratarla en forma quirúrgica.
- Uñas débiles
Causa: se da por causas genéticas o por mala alimentación. El calcio no interviene en la dureza o fortaleza de las uñas.
Tratamiento: alimentación adecuada, variada: incluir sobre todo carnes y proteínas.
- Uñas quebradizas
Causas: se pueden producir por esmalte, acetona, menopausia o genética.
Tratamientos: aceite tibio, aminoácidos, consumo de carne, y proteínas. Para aplicar superficialmente las sustancias recomendadas son la vitamina B6 y la cistina.
Consejos para prevenir los hongos en las uñas
- Mantener siempre las uñas prolijas y limpias. No muy largas.
- Usar guantes al lavar. Evitar el uso excesivo de detergente o alcohol en gel para higienizar las manos.
- Lavar las uñas con cepillo suave, evitar el uso de material punzante o cortante.
- Constatar que los equipos de manicura y pedicura estén bien esterilizados.
- Tratar de utilizar, en lo posible, medias de algodón.
- Usar zapato cómodo que permita que el pie esté ventilado.
- Usar calzado adecuado para la actividad física (se aconseja que sea medio punto más grande que el habitual).
- No utilizar otro calzado que no sea el propio.
- Siempre emplear ojotas en duchas y vestuarios públicos.
- Secar en forma correcta los pies luego de la ducha.
- Mejor prevenir: consultar con el especialista dermatólogo si se observa alguna alteración de las uñas o descamación en la planta o entre los dedos de los pies.