La ansiedad es una de las posibles causas de la migraña y, para evitarlo, se puede hacer una flexión que en yoga se conoce como postura de la pinza. Esta asana repercute en el sistema nervioso autónomo aliviando la tensión.
Concentrarse unos minutos, respirar de forma consciente y observar qué está sintiendo el cuerpo es una de las formas para estabilizarse emocionalmente e, incluso, aliviar jaquecas. La ansiedad es una de las causas que puede provocar migraña. Por lo mismo, darse el tiempo de aliviar la tensión con esta disciplina, que une cuerpo, mente y alma, resulta efectivo para sanar estas dolencias. Para tal caso, se sugiere a la paschimottanasana, o asana conocida como la pinza.
Es una de las posturas incluidas en el grupo de flexiones (del cuerpo) hacia delante, que nos da la oportunidad de parar nuestra mente e ir más hacia nuestro interior. Esto se debe a que se da en el sistema nervioso autónomo, aliviando así la ansiedad y favoreciendo la estabilidad emocional.
La pinza es una flexión indicada para que las personas experimenten recogimiento y miren hacia su propio interior sin juzgarse. Para realizarla hay que permanecer entre 0 y 2 minutos respetando los límites del cuerpo. Si bien, con esta postura el dolor de cabeza no se aliviará de inmediato, su práctica regular, junto con una respiración adecuada, se recomienda como “una gran herramienta no sólo para aliviar la migraña, sino para llevar más felicidad a tu vida
PASO A PASO
- Sentarse en el suelo con las piernas estiradas alargando los gemelos y los talones hacia delante. Mantener los pies activados y apoyados firmemente en el suelo.
- Poner las palmas junto a las caderas y levantar la parte superior del esternón hacia el techo mientras los muslos superiores descienden.
- Inhalar y mantener el torso estirado, inclinándose hacia adelante desde las articulaciones de la cadera. Alargar el coxis desde la parte posterior de la pelvis.
- Si es posible, tomar los pies con las manos y con los codos completamente extendidos. Principiantes pueden ayudarse tirando firme con un lazo o correa alrededor de las plantas de los pies.
- Intentar ir más lejos si el cuerpo lo permite. Siempre alargando el torso frontal en la postura, y manteniendo la cabeza levantada.
- La parte inferior del vientre debe tocar los muslos, luego la parte superior del abdomen, las costillas y finalmente, la cabeza. Con cada inhalación, levantar y alargar el torso de a poco. Y con cada exhalación, liberar un poco más la inclinación hacia delante.
- Permanecer en la postura de 1 a 3 minutos. Para desarmar, primero separar el torso de los muslos y estirar los codos. Luego, inhalar y levantar el torso hacia arriba, tirando del coxis hacia abajo y hacia la pelvis.
Mediante la práctica regular de esta posición de yoga podrás ser capaz de estirar los brazos hacia delante más allá de los pies.