Es una forma sana de bajar de peso, un vaso de jugo de verduras licuadas ayuda a adelgazar y a combatir disturbios relacionados con la hipertensión, niveles de colesterol y azúcar en la sangre. El mérito se debe a los minerales-vitaminas que contiene los vegetales.
Es una de las formas más sencilla y efectivas de desintoxicar el organismo y alimentarlo con productos naturales de pri-mera calidad. Varios estudios llevados a cabo en Europa, Asia y América demostraron que aquellas personas que consumían diariamente fuentes de vitaminas y fibras, tenían menos posibilidades de sufrir enfermedades cardíacas y obesidad. Una de las mejores opciones para incorporarlas a la dieta es a través de jugos hechos con alimentos provenientes del reino vegetal. ¿Qué aportan al organismo los zumos de vegetales? En todos los jugos de verduras, en los que se incluye los de cereales de leguminosas y de raíces feculentas, hallamos una riquísima fuente de sales minerales, oligoelementos y vitaminas que requieren un cuerpo sano. Con esta nota apuntamos a que su dieta vegetal sea, de ahora en más, su mejor medicina y su mayor aliada en la balanza.
Los jugos de verduras: previenen el aumento de peso, ya que el organismo no convierte en grasa a los carbohidratos que contiene; ayudan a controlar y a eliminar el exceso de colesterol LDL (o malo); protegen enfermedades cardíacas, cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer y aportan todas las vitaminas, minerales y oligoelementos que el organismo necesita para funcionar correctamente. Y pueden estar solos o combinados con frutas, si se busca potenciar y ampliar su efecto.
Para tener en cuenta
1.- Lo primero que se debe hacer, es lavar las verduras cuidadosamente con agua tibia.
Es importante recordar que los vegetales no deben quedar en remojo porque al sumergirlos estarían eliminando su contenido de vitaminas B y C presentes en la piel de las verduras. Aparte de vitaminas y sales minerales, los jugos de vegetales contienen aceites y azucares esenciales. Siendo fuentes de calcio, azufre, potasio, cloro, silicio y yodo, entre otros.
2.- Es mejor tomarlos inmediatamente de estar preparados, porque “estando en contacto con el aire” el jugo de estos productos va perdiendo paulatinamente sus virtudes nutritivas y curativas, fermentándose mucho antes que los propios productos sin preparar.
3.- No guardar el jugo en la heladera por mucho tiempo, pueden perder hasta la mitad de su vitamina C en un solo día.
4.- Para quienes tienen problemas dentales, y no poseen una buena masticación, los jugos de verduras son la forma más adecuada de incorporar los nutrientes de estos alimentos.
5.- Es una de las formas más sencilla y efectivas de desintoxicar el organismo y alimentarlo con productos naturales de pri-mera calidad. Varios estudios llevados a cabo en Europa, Asia y América demostraron que aquellas personas que consumían diariamente fuentes de vitaminas y fibras, tenían menos posibilidades de sufrir enfermedades cardíacas y obesidad. Una de las mejores opciones para incorporarlas a la dieta es a través de jugos (zumos) y licuados hechos con alimentos provenientes del reino vegetal. ¿Qué aportan al organismo los zumos de vegetales? En todos los jugos de verduras, en los que se incluye los de cereales de leguminosas y de raíces feculentas, hallamos una riquísima fuente de sales minerales, oligoelementos y vitaminas que requieren un cuerpo sano. Con esta nota apuntamos a que su dieta vegetal sea, de ahora en más, su mejor medicina y su mayor aliada en la balanza.
6.- Los jugos de verduras: previenen el aumento de peso, ya que el organismo no convierte en grasa a los carbohidratos que contiene; ayudan a controlar y a eliminar el exceso de colesterol LDL (o malo); protegen enfermedades cardíacas, cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer y aportan todas las vitaminas, minerales y oligoelementos que el organismo necesita para funcionar correctamente. Y pueden estar solos o combinados con frutas, si se busca potenciar y ampliar su efecto.
Secretos para los jugos de verduras.
- Generalmente, el sabor suele resultar más fuerte al paladar que el de los de frutas, que son dulces.
- Cuando se efectúa jugo de espinaca, perejil o berro, el sabor es picante o aspero. En este caso, siempre se aconseja mezclarlos con jugo de zanahoria, apio o manzana.
- Unas gotas de jugo de limón o de ananá (piña), también realzan el gusto de estas bebidas.
- Puede mezclar jugos en maneras deliciosas y a su gusto. Como último toque, pruebe ponerle una cucharadita de jugo de limón o crema fresca a cada vaso. Las hierbas frescas picadas muy finas, tales como la albahaca o la cebollina, añaden también un toque especial.
- Cuando se elabora y no se quiere consumir en ese momento, debe guardarse en un recipiente de vidrio o de acero inoxidable.
- Sobre equivalencias. Consumir un vaso de jugo natural, equivale a una porción de fruta u hortaliza. Siempre se aconseja ingerir entre tres o cuatro porciones de cada uno de estos alimentos, por día.
Propiedades de las principales verduras
Conocer qué efectos tiene cada una de ellas, nos permite elaborar jugos y licuados para cada problema específico.
Zanahoria: Es fuente de beta carotenos, potasio y otros minerales, nutrientes anticancerígenos y numerosos antioxidantes. Es anticancerígeno, favorece la salud de las mucosas, la piel y el cabello. Protege frente a las enfermedades del corazón. Pero su consumo en exceso puede provocar un cierto tono amarillo en la piel, que desaparece en cuanto disminuye ese consumo.
Coles: El jugo de coles es muy valioso en contenido mineral, vitamínico y de nutrientes. Dado su gusto muy fuerte, suele diluirse en otros jugos. Son depurativas y remineralizantes, con propiedades desinfectantes. Muy ricas en sustancias antioxidantes y ácido fólico previenen varios tipos de cáncer, regulan la presión arterial y favorecen la asimilación del hierro.
Apio: Su jugo contiene nutrientes anticancerígenos como el poliacetileno, y muchos antioxidantes. Es muy rico en sodio y potasio y ayuda a disminuir la presión arterial más de un diez por ciento. El jugo de apio puede ser usado como bebida para reponer fluidos y minerales perdidos en la práctica deportiva. Contiene, también, elementos que propician la cura de ulceras.
Jengibre: Previene los resfriados, las gripes y la arterioesclerosis. Hay que usar pequeñas dosis: un cuarto de jugo en cada medida, completando con agua.
Tomate: Es rico en vitaminas A y C, además de poseer altas dosis de ácido fólico y potasio, previene las enfermedades degenerativas y ayuda a la asimilación correcta de los hidratos de carbono.
Espinaca: Presenta importantes cantidades de vitamina A, hierro y ácido fólico. Es muy recomendable para disminuir los calambres, mejora la salud del corazón y aporta grandes dosis de energía al organismo.